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ODS 13: Acción por el clima

Escrito por Patricia Barroso el 29/06/2022

El 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos y la década pasada, de 2010 a 2019, ha sido la más calurosa de toda la historia. Julio de 2022 también ha sido extremadamente caluroso y ha dejado a su paso media España en llamas.

Por su parte, los niveles de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero también en 2019 han registrado cifras récord.

Es algo que podemos no percibir mucho en nuestra vida cotidiana, en nuestro día a día, sin embargo, el cambio climático está afectando a todos los países del mundo absolutamente. Poco a poco, las temperaturas están cambiando, los niveles del mar están subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos.

Al principio de la pandemia hubo muchos datos optimistas a este respecto. Los confinamientos llevados a cabo por la mayoría de los países, el cierre temporal de fábricas e industrias, la promoción del teletrabajo y las restricciones de movimiento hicieron parecer que en 2020 los niveles de emisión de CO2 y gases de efecto invernadero a la atmósfera fueran a reducirse considerablemente. Se estimó que las emisiones cayeran alrededor de un 6 %. Sin embargo esto sólo tuvo un efecto temporal. Ya en el segundo trimestre de 2020 vimos cómo iban incrementando de nuevo las emisiones hasta alcanzar en 2021 cifras incluso superiores a las de 2019.

Esto nos enseñó que el cambio climático no se detiene y que nuestras industrias están muy lejos de poder frenarlo, puesto que hemos sido testigos de cómo a medida que la economía se ha empezado a recuperar tras estos años de pandemia, las emisiones han llegado a niveles mayores.

El mundo está viviendo una verdadera crisis climática, sin precedentes.

El Acuerdo de París, aprobado en 2015, pretende reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento global de la temperatura durante este siglo muy por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales. Para que nos hagamos una idea, si la temperatura sube por encima de los dos grados, los corales de todo el mundo morirían, algo que supondría una catástrofe a gran escala y a nivel mundial, puesto que los corales son alimento y cobijo de millones de especies, que a su vez son alimento para otras muchas, y así hasta llegar a los humanos.

El acuerdo también aspira a reforzar la capacidad de los países para lidiar con los efectos del cambio climático mediante flujos financieros apropiados y un nuevo marco tecnológico.

Esto significa que para evitar los peores efectos del cambio climático, como se establece en el Acuerdo de París, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deberán alcanzar su punto máximo antes de 2025 y luego disminuir en un 43% para 2030, cayendo a cero neto para 2050. Sin embargo, las estimaciones que hacen los expertos distan mucho de estas cifras. Ellos estiman que esas emisiones crecerán casi un 14% en la próxima década, algo que nos compromete verdaderamente como especie.

El ODS 13 pretende que se trabaje en este sentido, sin embargo para que el cambio sea real, duradero y sostenible, es necesario adaptar las industrias y las fábricas. Hay que enfocar de otra forma cadenas de producción y métodos de trabajo muy arraigados.

Además, muchas de las grandes empresas que todos conocemos aparecen en varias listas de multinacionales comprometidas con el cambio climático, porque trabajan para aumentar el uso de fuentes de energías sostenibles. Muchas de ellas tienen altos porcentajes de su consumo proveniente ya de energías renovables. Eso está muy bien, y por algo se empieza, sin embargo, no serán sostenibles hasta que toda su cadena de producción y los productos que utilizan para fabricar sus bienes y prestar sus servicios, sean sostenibles. De nada vale que el 100% de la energía que utilice una empresa alimenticia, por ejemplo, provenga de fuentes renovables si luego utilizan aceite de palma para fabricar todos sus productos, contribuyendo así a la deforestación de los bosques, la pérdida de la biodiversidad y el aumento de la temperatura global.

Se trata de trabajar unidos, todas las industrias en la misma dirección, la de la preservación del planeta Tierra.